LA QUEIMADA
En el misterio y
magia de Galicia, está la leyenda hechicera en las que las meigas conviven en
paz y armonía con los residentes y visitantes (porque haberlas, hailas)
Pues
bien, en un viaje que realizamos a Galicia, ocurrió algo que nos produjo un
gran impacto:
Éramos un grupo que nos habíamos instalado en un hotel
durante varios días y la última noche nos obsequiaron con la célebre Queimada,
como broche de oro de nuestra estancia en el hotel.
Dio comienzo el ritual de prácticas misteriosas, con la invocación a las fuerzas
ocultas. Oscuridad total, fuego, silencio expectante y, de pronto, todos nos
llenamos de terror. Un ser extraño apareció en medio de nosotros, envuelto en una nube de fuego azulado.
Llevaba una vestidura negra a modo de túnica: su cabeza era como la de un pájaro
de largo pico y tenía un copete
como un cuerno en la cabeza. No sé si tenía
alas o manos, porque las llevaba
cubiertas con una especie de capelina que le cubría los hombros caídos
como los de un pingüino triste y alicaído.
Aquel extraño personaje, se fue parando
delante de cada uno de nosotros con su mirada de fuego. Petrificados, no
sabíamos donde nos encontrábamos.
De
pronto, se encendió la luz y volvimos a la realidad. ¿Alucinación? ¿Efecto del
alcohol?
Después salimos a la calle y mientras
caminábamos, oíamos en la lejanía los
pasos de nuestros miedos infantiles.
Mª Dolores Galera 4-2009.
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