domingo, 18 de junio de 2017

Amor y confianza



                       AMOR Y CONFIANZA

     Me llamo Noa. Soy de raza Samoyedo y quiero enviar un mensaje de esperanza y solidaridad desde mi experiencia, que agradecida, voy a compartir con vosotros, queridos internautas.
Me abandonaron cuando tenía cuatro meses. Caminaba por la carretera desorientada y sola. Miraba con ansiedad a un lado y otro buscando a los que me habían criado, a los que yo amaba y necesitaba. No sentía hambre ni sed, solo dolor y miedo. No se exactamente cuanto tiempo llevaba así, cuando, un coche se paró ante mi. Era una persona que compadecida me miraba, vio la tristeza y dolor reflejados en mis ojos y sin dudarlo me sentó en su coche, me llevó a su casa y me adoptó. Ahora tengo un hogar feliz con una familia que me ama.
        Me siento útil. Acompaño a mi dueña y amiga en su trabajo nocturno. Sentada en el asiento del copiloto, oteo y escucho cualquier ruido o cosa que esté en movimiento.
        Una noche, estaba yo echada  en el asiento trasero, por orden de mi dueña, cuando se acercó al coche, que en ese momento estaba parado, un hombre que a mi no me gustó nada. El no advirtió mi presencia, por lo que intentó introducir el brazo por la ventanilla, pero se encontró con algo que el no esperaba, mi enorme cabeza y mis fauces abiertas. Dio un grito y retiró el brazo con tanta velocidad que solo me dio tiempo de romperle la manga de la camisa.
         Confío plenamente en el cariño de mi dueña, se que nunca me abandonará aunque llegue el momento fatídico en que ya no pueda acompañarla. Nunca oiré de sus labios: ya no haces falta, no tengo tiempo para cuidarte! ¡Que horribles palabras! Ella nunca me abandonaría. Yo a ella tampoco.


               Mª Dolores Galera.

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