Mi ser entero se abre
a tus pasos
que guían mi lento caminar,
hacia el conocimiento
de tu acariciadora paz.
Manifiestas tu poder
y tu ternura
en la variedad, belleza
y bondad,
de la creación de tus
criaturas.
Y Tú lo regalas al
hombre
que con amor creaste,
con destellos divinos
de bondad
que derrochas en don inefable.
Así mi alma grita
con fervor
¡ Glorificado seas mi Señor!
Cielos, galaxias, cumbres
y valles
que gozáis con el
beso de Dios,
con vuestra celeste
vestidura
¡ Cantad alegres al
Señor!
Nubes que vais por
los espacios
empujadas por vientos
furiosos,
y acariciadas por
brisas suaves
¡Alabad al Señor
poderoso!
Semillas de vida, que
para crear
esperáis el soplo
divino,
con el sol y con la
nieve
¡Alabad sus designios!
Ríos itinerantes
que cantando la
canción de la vida
corréis veloces a los
mares,
¡Bendecid al Señor
noche y día!
Lluvias y mares que
en susurro habláis
árboles que en
silencio escucháis,
aclamad por las rutas
eternas,
¡Cantad al Señor lo
mucho que amáis!
Rosas engalanadas
con traje rojo de
terciopelo,
con vuestro perfume y
gran belleza
¡Alabad al Señor de
los cielos!
Todo lo que germina
en la tierra
empapado en la fuente
de amor,
que envuelve las
manos divinas
¡Glorificar felices
al Señor!
Todo cuanto nace,
crece, vive
y se multiplica bajo el sol,
abrir los balcones
del espacio
¡Glorificar alegres al Señor!
Niños amados,
bendecidos por Dios
pétalos de flores
llenos de gloria,
dad gracias al Señor
porque es bueno
porque es eterna su
misericordia.