Que se postren ante
El todos los reyes
y le sirvan todas
las naciones.
Porque El librará
al pobre que suplica,
al humilde que no
tiene defensor.
Tendrá piedad del
pobre desvalido
Y salvará la vida
de los pobres.
A través de la oración expresamos sentimientos
espontáneos de súplica, confianza, arrepentimiento, gratitud, alabanza, etc.
Toda esta experiencia de oración, poesía y canción son los salmos, que son
literatura poética.
Al rezar el salmo 72 nos acordamos de la fiesta de
Epifanía y de los reyes magos. El niño nacido en Belén es el cumplimiento de
los anuncios proféticos y de la esperanza del pueblo pobre y humilde.
Jesús es el Rey anunciado, rey de pobres y oprimidos. En
la Navidad nos inclinamos ante el pesebre y miramos al Niño que sonríe. Dios va
a gobernar el mundo con un niño nacido en la mayor pobreza que nos dice: ¡ Yo
soy vuestro rey !
Desde el fondo de mi alma agradecida, rey mío, yo te
ofrezco este pobre y sencillo poema:
Mi copla
esperanzada
que te canto con
ternura,
es un arrullo,
bien mío,
en ofrenda a tu
hermosura.
Bajó sobre
nuestras vidas
la bondad de
nuestro Dios.
¡ Gracias Señor
por tu venida
por tu pasión y
redención !
La puerta de mi
choza
estará siempre
abierta,
para que pase mi Rey
con su amor y su
oferta.
Feliz Navidad a
mis amigos lectores.